domingo, 28 de mayo de 2017

Totti, el último emperador de Roma


La primera estrofa del himno de la Roma dice: “Roma, Roma, Roma… Corazón de esta ciudad… Único gran amor”. Es un canto a la fidelidad, ese sentimiento que desde hoy tiene una mejor explicación gracias a la carrera de Francesco Totti.

40 años de amor por la camiseta de la loba,  y 25 temporadas defendiéndola con sangre, sudor y lágrimas en 786 partidos.

Il capitano, lideró a un equipo de gladiadores para conseguir el tan anhelado scudetto en la temporada 2000/2001.  La Roma se consagró campeón de Italia tras 17 años, por tercera vez en su historia haciendo una campaña histórica de 75 puntos.

En su cuarto de siglo como emperador, Francesco Totti marcó 307 goles, dejando para el recuerdo de los fanáticos del fútbol  joyas como el que le hizo al Inter en el estadio Guseppe Meazza en la temporada 2005/2006 (un sombrero a Toldo desde la media luna,) y sus once goles a la Lazio su archirrival, que a pesar de ser enemigos acérrimos, despidió al 10 de la Roma con una pancarta que decía: “Totti la hinchada de la Lazio te saluda”.

El eterno capitán también será recordado por sus celebraciones, siempre con fervor y bordeando la locura que conllevaron a la creación de la frase "No Totti, no party". Pero dos especialmente quedaran en la memoria del fútbol italiano. Los dos festejos curiosamente fueron ante Lazio.


Y la segunda, seguramente la más recordada cuando se tomó una  selfie tras marcar el agónico empate en el derbi, fotografía que se volvió viral.

Un tipo de apariencia sobria, de pocas palabras, pero de gran poder de mando, como emperador que fue. Con una mirada, con un gesto ya sus gladiadores sabían qué hacer, su amor a la Roma y su espíritu de lucha le jugaron malas pasadas a sus nervios, cuatro expulsiones en su carrera, una de las más recordadas la patada que le pegó a Balotelli en un Roma - Inter.

Un tipo que por su talento también recibió duros golpes en batalla, como aquel guadañazo al tobillo de Paolo Montero en un Juventus - Roma, o la fractura de tobillo de la que fue víctima en febrero de 2006 que puso en duda su participación en el mundial de Alemania. 

Copa del mundo a la que llegó después de una recuperación milagrosa y en la que se consagró campeón y anotó un gol importante para Italia ante Australia de pena máxima..


La espina en el legado del último emperador de Roma será sin duda la no conquista de Europa, el trofeo continental fue esquivo para Totti, que se despidió jugando 40 minutos en su casa, el olímpico de Roma con una victoria 3-2 ante Genoa que deja a su amado equipo clasificado a la próxima  Liga de Campeones.

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