Aquella
pancarta que decía: “Se busca derby que nos de la talla”, que por 14 años
adornó las gradas del Santiago Bernabéu ya no existe más.
De la mano
del “cholo” Simeone el Atlético de Madrid cambió radicalmente su estilo y porque no
decirlo su historia.
La última derrota colchonera a manos de los merengues fue
en la final de la Liga de Campeones de Europa de 2014, un 4 a 1 doloroso para
la afición rojiblanca y un asterisco en una fantástica temporada que los
consagró como campeones de la liga después de 18 años.
Desde ese
partido, el derby de Madrid se ha disputado en 5 ocasiones con un saldo positivo
para el equipo del Vicente Calderón que ha ganado 3 encuentros y ha empatado
los 2 partidos restantes.
El Atleti es
el único equipo que se ha dado el lujo de acabar con las ilusiones blancas de alzarse
con todos los torneos de la temporada, le ganó la Supercopa de España y lo
eliminó de la Copa del Rey, torneo en el que los de Ancelotti eran los actuales
monarcas.
Tantas
cargadas y bromas por más de una década parece que le están pasando factura a
los merengues que ahora ven a su clásico rival como un gran obstáculo que
podría amargarles aún más la temporada.
Ya no se debe hablar de hazaña colchonera, se esta volviendo costumbre que los que salgan con caras bajas y molestos sean los jugadores del Real Madrid, que hoy, después de restregar en la cara de su clásico rival los trofeos del balón de oro de Cristiano, el premio Puskas de James y el del once ideal de Ramos y Kroos, recibieron un cachetazo en tan solo 47 segundos de haber comenzado el partido, cuando Fernando Torres le rompió el arco a Keylor Navas tras una error colectivo del Madrid.
En adelante fue todo merengue con una posesión de balón abrumadora que llego a estar 82% contra 18%, pero el camino escogido por los blancos no fue el mejor, sus jugadores desesperados empezaron a bombardear el área de Oblack con centros que le sacaron chichones a los defensas rojiblancos.
Solo a los 19 minutos la barrera aérea del Atleti fue vulnerada con un cabezazo de Sergio Ramos que logró conectar la pelota gracias a un error del arqueo esloveno en la salida que lo dejo en el suelo.
Los 10 hombres que Simeone puso atrás para defender el marcador lograron el objetivo de evitar la remontada del Madrid en el primer tiempo.
Con el pitazo inicial del segundo tiempo la pesadilla volvió a ser blanca, y como si se tratara de una repetición, Fernando Torres volvió a vulnerar el arco del costarricense antes de que se cumpliera el primer minuto de juego. Esta vez el error fue de Ramos que intentó salir jugandocon un pase largo a ras de piso que fue interceptado.
Balde de agua fría y fin de las esperanzas merengues, que por más empuje de la hinchada que por convicción siguieron teniendo la posesión y la intención de atacar.
El balón de oro logró empatar el encuentro,le ganó la posición al central Diego Godin en un centro de Bale, el uruguayo no pudo hacer nada para evitar el cabezazo del portugués, que solo apareció en el partido en esa jugada.
