miércoles, 28 de septiembre de 2016

La batalla por la grandeza


Sin duda la temporada 2016/2017 será una de las más importantes en la historia del Atlético de Madrid tras el doloroso episodio de San Siro. Será el año de la ratificación de la membresía en el selecto grupo de los grandes de Europa.

Y lo demostrado hoy en el Vicente Calderón es una muestra más de que ese objetivo está implantado en la mente y en el corazón de todos los integrantes del onceno rojiblanco, que después de un arranque un poco tímido, se adueñó de las acciones del juego ante los tanques del Bayern Múnich.

El centro del campo se transformó en una zona de guerra, Simeone desde su cuartel y con el aliento de los casi 55.000 fanáticos que nunca dejaron de alentar,  desplegó a sus soldados para cortar el circuito de juego de los de Baviera.

El 4-3-3 de Ancelotti no tuvo oportunidad ante la guardia pretoriana del 4-4-2 de Simeone. Muller, Ribery, Lewandowski  las superaplanadoras del míster italiano fueron desvalijadas por una pandilla rojiblanca que tenía un objetivo claro, correr, robar balones y contragolpear en velocidad. Estrategia que obligó a los alemanes a tirar centros al área en forma de bombardeos, la especialidad del capitán Diego Godin que no se arrugó ante el portento físico del polaco, que cuando pudo ganar se encontró con el muro de Oblak.

Con el trabajo en la retaguardia sincronizado a la perfección era cuestión de tiempo para que los encargados de la operación ofensiva se juntaran para dar el primer golpe de autoridad, que llegó a diez minutos de la tregua del intermedio.

Griezmann se puso el traje de francotirador, y puso una asistencia milimétrica a Carrasco, él pura sangre belga galopó hasta la trinchera de Neuer y tras un recorte para su pierna más hábil, metió un trallazo a la esquina inferior del palo más lejano del portero para generar la explosión de júbilo del Calderón

El Bayern mal herido, salió a jugarse el honor en el segundo tiempo, pero ya estaba maltrecho, si entero no pudo vulnerar a su rival, lastimado mucho menos. El Atleti tuvo piedad de su enemigo que con el paso del tiempo y con cada contra fallida dejaba más al descubierto su retaguardia, pero los españoles no se animaban, preferían mantener el control en la frontera de cal del campo, confiados de sus maniobras defensivas.

La entrada de Robben puso a sudar a Filipe Luís, el holandés con sus encares desde la derecha generó las aproximaciones más claras en el segundo tiempo, lo que acabó con la tranquilidad y piedad colchonera que fue en busca del tiro de gracia, que no pudo concretar con el penalti que cometió el chileno Arturo Vidal.


El francotirador Griezmann falló el tiro de polígono  que iba con dirección a la cruceta y se estrelló rebeldemente en el larguero.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Real Madrid sin récord



La lesión de Marcelo a pocos minutos del final provocó una ola de errores que terminó en el penalti  con el que el Villarreal se fue adelante en el marcador.

Carvajal no tuvo la autorización para entrar al campo de juego en reemplazo del Brasileño, y en una salida aparentemente fácil Rafael Varane se confió y tiro de una bicicleta que le salió oxidada. El francés perdió el balón con Trigueros,  quien ni corto ni perezoso encaró con rumbo a la portería defendida por Casilla a quien fusiló con un remate obstruido por el brazo izquierdo del capitán blanco Sergio Ramos, que tiro de la misa artimaña que le funcionó en el partido pasado ante el Espanyol, con la salvedad que hoy el colegiado González González no le creyó al sevillano que al igual que en Cornellá cayó al suelo simulando un golpe de balón en la cara.

En el último minuto del partido Bruno con un cobro a lo Panenka , derrotó en el duelo a Kiko y puso el 0-1 para sorpresa del Bernabéu que se fue al descanso enmudecido.

El segundo tiempo fue una avalancha blanca,  los centros al área de Asenjo fueron la constante en el partido. Por esa ruta llegó el empate de Ramos, que supo escaparse de la marca en un tiro de esquina y aprovechar un centro notable de la zurda endemoniada de James Rodríguez, para cobrar revancha del penalti cometido en el final del primer tiempo y sentir la redención.

Ante la superioridad del Madrid, el Villarreal decidió poner un submarino en su área y activar el sistema antimisiles, los blancos abusaron con los bombardeos que no encontraron receptor, mientras que los defensas amarillos terminaron con hematomas en la cabeza de tanto despejar balones.

La  solidez aérea del Villarreal y el que tal vez es el peor partido de Cristiano Ronaldo con la camiseta del Madrid, fueron los factores fundamentales para que el equipo de Castellón aruñara un punto en la capital española.

La rotación de Zidane, cobró sus primeros dos puntos en casa, y el adiós a al record de victorias consecutivas en La Liga. Para la estadística quedaran los 21 remates a puerta del Real Madrid que espera no lamentar este empate a final de temporada.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Al Madrid se le apareció la virgen


 

Una BBC entre algodones aún, no fue suficiente para derrotar a los leones del Sporting.

El regreso del tridente blanco trajo consigo la ilusión de una goleada a las gradas del Bernabéu en el debut en Champions del campeón de Europa. Pero el rival, se la puso más que difícil al Madrid, los portugueses dejaron en evidencia la falta de ritmo de competencia de la estelar delantera merengue, que no veía minutos  desde la final de Milán.

Ante la desesperación por la derrota parcial, Zidane renunció a su idea, y desarmó al tridente que aún muestra señales de debilidad física. Lucas Vázquez reemplazó a Bale y Morata a Benzema, cambios que si bien provocaron el retroceso del rival, no lograron emparejar el marcador, por lo que ¨zizou¨no tuvo más remedio que enviar al campo al colombiano, a James, a ese jugador señalado por la prensa cercana a la directiva madridista como el rechazado.

Pues pese a las críticas y rumores de su salida, el diez blanco tocó el verde césped del Bernabéu cuando el reloj marcaba los 77 minutos , con solo un cuarto de hora por delante para demostrarle a la exigente hinchada blanca, a su entrenador, a los directivos y a la prensa madridista, su casta y categoría.

Quince minutos que para un jugador normal es poco tiempo, pero no para el cucuteño que sabe lo  que son las hazañas, como por ejemplo salir campeón con un equipo de media categoría como el modesto Banfield,  donde tiene el récord de ser el extranjero más joven en marcar un gol en el fútbol argentino, una hazaña que para los que conocen de fútbol, sabe que no es poca cosa, pues para triunfar en tierras gauchas hay que tener talento pero sobre todo coraje y corazón.

Características que el colombiano desplegó en todo su esplendor en el Chamartín, donde  se convirtió en el socio de Cristiano que recibió la falta desde donde marcó el empate tras una pared con James, quien no contento con en 1 a 1  se recostó por la banda izquierda desde donde envió un centro en forma de parábola, que por falta de puntería Dani Carvajal no pudo transformar en el mejor gol de su carrera.

Y Cuando todo parecía que terminaría en empate y que los leones aruñarían un punto importantísimo en Madrid, nuevamente James se vistió de Albert Einstein, se tiro por la izquierda y mientras el árbitro se llevaba el silbato a la boca, envió otra parábola mortal al área para que Morata se pusiera el traje de héroe y culminara con la remontada.

No hubo espíritu de Juanito en el Bernabéu, al Madrid se le apareció la virgen en forma de James Rodríguez.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Kosovo, un grito de gol contenido por 25 años


Una guerra que dejó cerca de 12 mil muertos, dos intentos de independencia y 8 años de espera fueron necesarios para que esta pequeño país que alguna vez perteneció a  la antigua Yugoslavia pudiera celebrar su primer gol oficial.

El Cinco de septiembre ya no solo será un día de recuerdo nacional para todos los colombianos, que con orgullo y con algo de nostalgia recordamos aquella épica goleada en 1993, cuando la selección dirigida por Francisco Maturana, derrotó  por 5 a 0 a Argentina en Buenos Aires. Ahora esta fecha también será histórica para un país que queda a más de diez mil kilómetros de distancia de Bogotá.

Todos los televisores de Pristina y demás ciudades y pueblos que ocupan un espacio dentro de la superficie de 10.908 kilómetros cuadrados de Kosovo estuvieron sintonizados por noventa minutos con la señal que llegaba desde el estadio olímpico de Helsinki, escenario donde la selección nacional debutó oficialmente en el planeta fútbol.

Kosovo, la última selección aceptada por la FIFA, tuvo un debut casi igual de difícil que la consecución del reconocimiento como nación, que proclamó si éxito por primera vez el 22 de septiembre de 1991, en medio de la crisis de los balcánes que desencadenó la desintegración de Yugoslavia.  

Su grito de independencia no fue escuchado por la comunidad internacional y la tensión con Serbia creció al punto que terminó en un enfrentamiento bélico de un año y medio que dejó cerca de doce mil muertos. 

Pasaron 17 años desde esa guerra hasta que Kosovo logró ser independiente, y ocho años desde su reconocimiento como país hasta su debut oficial en el fútbol, que se produjo en medio de la incertidumbre y el miedo.

Pero esta vez era un miedo diferente, no era por una guerra armada, era por la espera de la autorización de la FIFA para que 16 de sus jugadores, que huyendo de las balas y las bombas habían jugado para los países que los acogieron como refugiados.

Dos horas antes del pitazo inicial del partido ante Finlandia, llegó la autorización den máximo ente del fútbol mundial y se escuchó el grito de júbilo de los kosovares, silenciado a los 18 minutos del encuentro cuando un gol de Paulus Arajuuri puso en ventaja a Finlandia.

Por 42 minutos la frustración, la impotencia y las caras largas fueron las características de los hinchas de Kosovo, que volvieron a sonreír y elevaron su primer grito de gol al cielo, después que Valon Berisha, un sueco hijo de padres Kosovares,  transformara un penal en el empate con el que terminó el partido.

El volante del Salzburgo Red Bulls de Austria, era uno de los 16 jugadores que esperaba la autorización de la FIFA.  Berisha, nacido en Malmo, jugó para la selección de Noruega, pero ante el reconocimiento de Kosovo como selección, decidió dejar la tierra vikinga, para vestir la camiseta azul que representa a sus raíces, la tierra que vio nacer a sus padres y la que tuvieron que dejar sus progenitores para darle un mejor futuro en los países nórdicos lejos de la sangre y el sonido de las ametralladoras.


La primera aventura de la selección de Kosovo terminó en empate a uno, ahora se viene el debut oficial en casa en un mes ante Croacia.