El ímpetu con que el Real Madrid comenzó el partido ante la
Real Sociedad, desapareció en el momento que bajaron los primeros pitos de la
tribuna.
Pepe fue el primero que inquietó al arquero Rulli, que tuvo que
exigirse para sacar la pelota al tiro de esquina. En la siguiente jugada la falta
de puntería de Bale evitó el primero del Madrid.
Rulli se vistió de héroe en dos ocasiones más, cuando le
ganó un mano a mano a Cristiano y otro a Benzema por diferencia de segundos.
La gran actuación del portero del equipo vasco, contagió a
sus compañeros que con el primer tiro de esquina a su favor hicieron pasar
saliva a los aficionados blancos. Iñigo anticipó a Pepe en la marca y envió el
balón cerca de la portería de Navas.
Pero el atrevimiento le salió caro a los visitantes, su
goleador Agirretxe dejó la cancha lesionado tras chocar en un mano a mano con
el guardameta costarricense. El entrenador Eusebio Sacristán, detectó la
debilidad de su rival por los costados y decidió remplazar al 9 por Bruma, convencido
de que la velocidad del portugués le traería más de una complicación a los
merengues.
En el meridiano del primer tiempo, el árbitro González
González decretó como penal una caída de Benzema en el área tras un forcejeo
con Martínez. Uno de esos roces que se ven por cientos en cualquier partido de
cualquier liga del mundo.
La justicia que cuando se trata de fútbol, en la mayoría de
las veces se hace la de la vista gorda, apareció para que Cristiano enviara la
pelota a la grada. Décimo quinto penal fallado por el portugués en su carrera
de 109 tirados.
De inmediato una avalancha de pitos bajo desde las tribunas
del Chamartín, hecho que parece que afectó a los jugadores blancos que entraron
en un lapsus.
Un equipo triste y uno miedoso provocó bostezos entre los
asistentes al encuentro, que expresaron su descontento con más pitos, que solo dejaron de sonar con el gol de Cristiano
Ronaldo, que tomó revancha con un nuevo penal dudoso que pito el árbitro
central tras una mano involuntaria de Yuri, que ante un centro de Bale intento
despejar con su pierna, con tan mala fortuna que el balón rebotó en su mano.
Como si no fuera suficiente para los de San Sebastián.
Sergio Canales se rompió los ligamentos y tuvo que ser reemplazado.
A pesar de los dos polémicos penales, la Real Sociedad salió
al segundo tiempo a jugar con más ganas, y solo le bastó tres minutos del complemento
para empatar el partido con un autentico golazo de Bruma.
El portugués que entró para reemplazar al goleador vasco
Agirretxe, volvió a asustar al Bernabéu, que rompió en palmas cuando Keylor
Navas le ganó un mano a mano que pudo ser su doblete.
Pitos y más pitos y el “échale huevos, Madrid échale huevos”,
se escuchó durante gran parte del segundo tiempo. En cancha los merengues muy incómodos
y los txuri - urdines mucho más ordenados se turnaron la posesión del balón.
Hasta que Cristiano rompió con la monotonía y generó la
euforia de todos los asistentes. Tras un tiro de esquina, el portugués con un
zurdazo desde la línea del área grande anotó su gol 57 del año.
Celebración a bravear
del ariete luso, que le indicó a la tribuna con un gesto con sus manos que él
estaba en la cancha, respuesta a los silbidos de toda la tarde.
La anotación devastó a la Real, que no pudo hacer mucho por
el empate a pesar de la entrada de Carlos Vela. Y a cinco minutos del final, Bale
en una descolgada por izquierda puso un pase a Lucas Vázquez que entró en la
segunda mitad en remplazo de Benzema. El canterano hizo el 3 a 1.
Al final aplausos de la grada, tres puntos y un fin de 2015 tranquilo para la casa blanca.