martes, 28 de marzo de 2017

Y se unieron la garra y el talento



El escenario no era el más cómodo, el equipo llevaba ocho partido sin jugar bien, cuarto en la tabla, viendo de reojo el repechaje y con tensiones entre jugadores y la prensa, que al igual que la mayoría de colombianos,  pensábamos que sacar un empate en Quito era lo máximo a que podíamos aspirar con la selección Colombia. Pero el entrenador argentino sacó su chapa y con un planteamiento atrevido dejó a todo un país averiguando por los costos de los tiquetes a Moscú.

Durante la semana se especuló con  un esquema con  tres volantes de marca, para aguantar la arremetida de los ecuatorianos en la temerosa altura, una formación  similar a la que jugó y perdió de manera abrupta 3-0 ante Argentina en San Juan. Pero Don José tenía otro plan, tuvo en cuenta la desesperación con la que entraba a la cancha del Atagualpa el equipo local y jugó con su necesidad.

Mas de uno, y me incluyo no vio con buenos ojos la titularidad de Cardona, por mi parte pensé que era dejar sin un recambio al equipo en caso de que las cosas fueran mal. Pero el entrenador argentino priorizó el talento al aguante, En el pasado he dicho que creo que Pékerman le tiene mucha fe a sus dirigidos, y que en muchas ocasiones con planteamientos atrevidos ha pagado caro por la falta de concentración y jerarquía de los hombres que puso en cancha. Su mentalidad ganadora a veces no convence a sus dirigidos. Pero esta vez en Ecuador cuando Colombia se jugaba la vida, los futbolistas entendieron el mensaje y activaron el chip de equipo ganador.

Ese chip de equipo grande, de jerarquía, que fusiona en una perfecta combinación el talento y la garra, tal como hoy mostraron los colombianos, que salieron como fieras, con el orgullo herido, y descargaron toda la ira y frustración de la semana en el Atagualpa, callando muchas bocas, entre esas la mía. Con cada gol que celebré, sentí pena de mi mismo por todo lo que dije y escribí durante la semana. La selección hizo algo que me encanta,  y es que me cierren la boca con argumentos y con juego.

Hoy vi jugar a ese equipo que me hizo vibrar, que me ilusionó en el pasado mundial. A esa selección a la que eternamente estaré agradecido por tanta alegría que me hizo sentir en el verano de 2014.

Volvió el juego en conjunto, las sociedades funcionaron, la defensa estuvo sólida, Santiago Arias comenzó con problemas para parar las subidas por su punta, pero se recuperó, con el paso de minutos fue una muralla, se llenó de confianza y sirvió al equipo como salida por su costado, Farid Díaz tenía la misión de guardarle la espalda a Cardona ante la posible subida de Valencia, lo hizo bien, marcó jugó con confianza se asoció con los volantes y nunca se vio en dificultades. La pareja Yerri Mina y Cristian Zapata, fueron un muro, impasables, rápidos en el anticipo, fuertes e inteligentes en la marca, sin duda se consolidaron como la dupla central titular, Abel Aguilar y Carlos Sánchez, para mi los mejores del partido, sincronizados, atentos para meter, y rápidos y certeros para salir jugando, ejemplo de esto fue que de los pies del jugador de la Fiorentina nació la jugada del primer gol.

Cuadrado metido en el partido como hace mucho no lo hacia, corriendo, tocando y tomando buenas decisiones. Edwin Cardona como siempre atrevido y talentoso hoy además corrió recuperó y marcó de manera más que sobresaliente a Antonio Valencia que no pudo ser el motor de Ecuador, James siempre determinate, sin un juego brillante fue el gestor del triunfo, gol y asistencia para el capitán, Borja arriba todo un titán, peleando mano a mano con los centrales ecuatorianos, hizo un juego de desgaste con el que evitó que el rival se fuera encima del arco de Ospina.

Los cambios no desentonaron, Mateus Uribe entró y tuvo que suplir la posición de Arias tras salir acalambrado, Daniel Torres entró igual de sincronizado, organizó al equipo y manejó los tiempos, y Bacca se unió al trabajo de desgaste de Borja, con su presencia y movilidad no dejó que los ecuatorianos se fueran con toda hacia la portería colombiana.

Hoy Colombia volvió a enamorar, está segunda y mostró sangre, orgullo, garra y sobre todo corazón. Valores que complementados al talento y el juego en conjunto pueden hacer que un equipo sea imparable.